Google+ Experimentos caseros: Cómo hacer una estufa casera portátil y eficiente

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cómo hacer una estufa casera portátil y eficiente

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Si estás harto de pagar una pasta por la calefacción de tu hogar, prueba a hacer esta sencillísima y funcional estufa casera simplemente con latas de conservas. Puede parecer poco funcional, pero con un poco de ciencia te enseñamos lo mucho que puede aumentar la temperatura de tu habitación con este pequeño invento.




Materiales:

- 1 lata de conservas grande y 2 más pequeñas.
- Masilla epoxy
- Un plato de cerámica o barro
- Un abrelatas
- Un taladro o unas tijeras fuertes
- Una lata de refresco
- Algodón
- Alcohol


Procedimiento:

El primer paso es abrir las latas de conservas y vaciar todo su contenido. Deberemos limpiarlas bien, tanto por dentro como por fuera, para evitar que se requeme cualquier sustancia al encender la estufa. Después, quitamos la parte de abajo de las dos latas pequeñas con ayuda del abrelatas, de forma que queden abiertas por ambos extremos.

A continuación, colocamos una broca en el taladro y realizamos dos filas de agujeros en la parte superior de la lata grande (la que está abierta), con unos 2 ó 3 centímetros de separación entre cada uno. Si no disponemos de taladro, podemos utilizar unas tijeras fuertes o incluso un destornillador. Por estos agujeros saldrá parte del calor que hará aumentar la temperatura de la habitación.

El siguiente paso es darle la vuelta a la lata grande y realizarle un agujero del diámetro de una de las latas pequeñas en su base. No es necesario que esté centrado. Para ello, simplemente cogemos la lata pequeña y con un rotulador marcamos su contorno, que recortaremos con unas tijeras. Recomendamos usar unos guantes de protección para evitar cualquier corte. Una vez hecho el agujero, mezclamos bien los dos productos de la masilla epoxy y unimos las tres latas, quedando de esta forma:


Mientras se seca la masilla epoxy, preparamos nuestra fuente de calor. Primero, cortamos la parte inferior de una lata de refresco (unos 3 ó 4 dedos). La llenamos de algodón y echamos una buena cantidad de alcohol hasta que quede bien empapado. Finalmente, lo prendemos con un mechero o una cerilla, lo colocamos encima del plato de cerámica y lo cubrimos con la torre de latas (con mucho cuidado de no quemarnos). ¡Listo! Rápidamente notaremos cómo la estancia comienza a calentarse



Explicación:

¿Cómo es posible que una estufa hecha con latas sea totalmente eficiente y funcional?

El funcionamiento de una estufa es en realidad muy sencillo. Cuando encendemos un fuego al aire libre la temperatura de combustión es de unos 240ºC, mientras que si lo hacemos dentro de una estufa esta temperatura asciende hasta los 600ºC. Al colocar las latas una encima de otra, conseguimos controlar el flujo de aire y expulsar mucho más calor, consiguiendo una combustión más eficiente.





Por último, os recomendamos tener mucho cuidado al manejar esta estufa portátil. Tanto el metal como la cerámica alcanzan una gran temperatura y podemos quemarnos si no utilizamos guantes o alguna otra medida de precaución.





Aquí os dejamos el vídeo en el que los chicos de ExpCaseros realizan este pequeño y práctico invento low-cost:



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